¿Quieres comprender cuál es la forma más óptima de detectar –a través de sus síntomas- cuando éstos se han intoxicado? De responder afirmativamente ¡Te invitamos a leer este artículo! Ya que te brindaremos la respuesta a tus incógnitas.
A pesar de que no hayas visto a tu perro lamer, ingerir o morder una planta, no es base para suponer que no ha sucedido. Por lo tanto, es importante que prestemos atención a los síntomas. Hay toxinas que perjudican fuertemente a nuestra mascota.
Muchas veces los estados de ansiedad, como el producido por el síndrome del abandono, también conocido por "ansiedad por separación" (cuando nos vamos de casa y dejamos solo a nuestro peludo) hacen que muerdan objetos o plantas compulsivamente.
Los síntomas principales de una intoxicación producida en perros por este tipo de plantas son:
Es imprescindible que contactes a un veterinario de urgencia en caso de que detectes que tu perro se ha intoxicado. Procura que, con la mayor paciencia posible, puedas explicar los síntomas del perro incluyendo aquello que habría podido ingerir. En los casos de envenenamiento e intoxicación, el tiempo es fundamental. En muchas ocasiones es imprescindible que incites el vómito en el perro para que pueda evacuar las toxinas del organismo. Asimismo, se dan circunstancias donde los componentes tóxicos tienden a ser corrosivos y pueden dañar, a un nivel mayor, el esófago del perro producto de la regurgitación.
Debes, en todo momento, pedir consejo a un profesional de la salud animal, evitando, a toda costa, improvisar o hacer caso de consejos de personas no especializadas. Ya que es muy probable que desconozcas el nombre de la planta que ha consumido el perro, es favorable que cortes un diminuto trozo para que puedas llevarlo contigo y enseñarlo al veterinario.
Existe gran variedad de plantas tóxicas para perros, por lo que, en este artículo vamos a hacer referencia a las más comunes de encontrar dentro de nuestro hogar –tanto en áreas interiores como exteriores-:
El gel de esta planta, a pesar de que puede curar de molestias a los seres humanos -producto de la innumerable cantidad de propiedades curativas-, es recomendable mantenerlo lejos de los perros. Si llegase a ingerir cantidades muy elevadas, puede que desarrolle problemas en el sistema nervioso o digestivo.
Independientemente de las atribuciones idealistas que se le han hecho a esta planta, en términos de acción y de salud canina, se estipula que las hojas y bayas de esta planta poseen substancias que tienen la capacidad de provocar convulsiones, vómitos, diarrea o, inclusive, el coma en los perros.
Estas plantas resultan tan peligrosas como atractivas. Cada una de sus partes poseen un elevado nivel de toxicidad, además de causar problemas cardíacos, digestivos, nerviosos y respiratorios.
Dieffenbachia: Esta planta ornamental resulta muy corriente en los hogares, tiene un nivel de toxicidad demasiado elevado, aparte de esto, sus síntomas son parecidos al de la philodendron.
Habitual en los hogares como planta ornamental, también suele ser usado comúnmente para la formación de vallas separadoras entre los chalés. Tiende a provocar en los animales, tras su consumo por supuesto, problemas en el sistema nervioso, digestivo y deshidratación.
Al tener una estética muy favorable, las azaleas y rododendros tienden a estar muy presentes en los jardines, tanto particurales como públicos. A pesar de ser "enemigos" para nuestras mascotas producto de sus flores y hojas que resultan demasiado toxicas. Graves problemas cardíacos, parálisis y temblores son algunos de los efectos que puede provocar esta planta tóxica en perros.
El olor y las campanas de esta planta tóxica para perro tienen la capacidad de llamar la atención de los canes. Su presencia es mayor, sobre todo, en el mes de mayo, que es cuando más tendencia hay a regalarlas. Asimismo, procura no dejarla al alcance del perro, debido que las toxinas ocasionarán, a largo plazo, gran cantidad de problemas cardíacos.
Es uno de los más comunes en el hogar al ser encontrado fácilmente en comercios y grandes superficies. En caso de que tu perro llegue a ingerirlo, puede provocar lesiones en las mucosas -salivación excesiva, sangrado de encías- además de problemas digestivos -vómitos y diarrea-, nerviosos -temblores- y respiratorios -asfixia-. Con un perro en casa, debes evitar a toda costa dejar entrar a esta planta.
Es importante que los tratamientos siempre sean puestos por un veterinario. Esto deberá de considerarse una regla. Habrá que hacer una analítica de sangre al perro con el objetivo de evaluar su estado y, si el profesional lo estima conveniente, una placa para desestimar la existencia de cuerpos extraños en el aparato digestivo.
Es ideal que, una vez se hayan realizado las pruebas, el animal quede en observación en el centro veterinario, con una vía colocada para que se le administre suero y la medicación que el veterinario considere adecuada. En los casos más graves se tiende a efectuar un lavado estomacal o se le suministra una medicación que le provoque vómitos.
Las plantas tóxicas para perros tienden a tener niveles de toxicidad muy variados, todo dependeré de cual haya sido el tipo consumido. Es importante recalcar el hecho que el tiempo de hospitalización estará relacionado a los niveles de toxicidad que presente el can.
Los perros ancianos o cachorros son más sensibles y su tratamiento estará en consonancia con sus características vitales.
Como se ha comentado a inicios del artículo, es recomendable llevar una muestra de la planta tóxica que consideres que tu perro ha comido, así se realizará un diagnóstico más preciso y se evitará analizar otras partes del organismo del can –o bien, recetar medicamentos generales- para poder contrarrestar las afecciones que producirán el consumo de la planta.